El poster polaco de la peli.
¡Hola, mundo!
Hace 2 años
Ya hay un primer damnificado, un mecánico que ha tenido que pagar dicha cantidad a pesar de que su abogado aseguraba que simplemente se estaba ajustando su mono de trabajo. La justicia italiana lo tiene claro: “Tocarse los genitales en público es un signo de mala educación y debe ser considerado en contra de la decencia”. La próxima vez que se crucen con un coche fúnebre mejor será que salgan corriendo.