Cuando vas con tu mejor amigo de paseo por el pueblo acostumbras a lanzar cosas para que este juegue con ellas y te las devuelva. Pues bien, a un buen hombre del pueblo de Erkrath (Alemania) hacer eso con su perro le costó un buen susto.
El señor, de 40 años y de nombre desconocido, se entretenía lanzando palos a su mascota, cuando el can apareció de entre la maleza con algo demasiado bien tallado para ser un palo.
Extrañado fijó su vista en el “regalo” que le traía el perro y se quedó perplejo: era un palo alargado, sí; pero en su extremo había algo parecido a una lata…¡El perro corría hacia él con una granada alemana de la Segunda Guerra Mundial! Paralizado dejó que el animal dejara el arma a su lado. Entonces aprovechó para llamar a la policía, que desactivó la granada.
A día de hoy todavía siguen apareciendo armas olvidadas de la Segunda Guerra Mundial en Alemania. Algunas veces tan cerca de ciudades y pueblos que hay que evacuar barrios enteros. De hecho, en ocasiones se recurre a perros para detectar más explosivos por la zona.
Fuente: Asi.com.ve
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