En China se toman las cosas como en el anuncio de Malibú, con mucha calma, porque cualquier indicio de estrés es malo y eso lo saben bien. Chen estaba trabajando en una obra cuando resbaló y cayó al piso de abajo fracturándose una pierna. Inmediatamente sus compañeros llamaron a una ambulancia, para que le trasladasen al hospital más cercano.
Cuando el vehículo llegó al lugar del accidente subieron rápidamente al herido y partieron a toda prisa en dirección al People´s Hospital (claro que es de gente, no va a ser de perros). Lo sorprendente fue cuando a mitad de camino el conductor de la ambulancia se apartó a un lado del arcen para echarse una siestecita. A pesar de las protestas del herido, que se retorcía de dolor, el conductor se tomó un descanso de media hora, durante el cual se le oyó roncar, según los testigos.
Durante la siesta los enfermeros que iban en la ambulancia se negaron a despertar al conductor, desoyendo las suplicas del herido, que veía cómo por culpa de una negligencia su pierna corría peligro.
Afortunadamente, Chen llegó al hospital (media hora más tarde de lo previsto) y pudo salvar su pierna. Los responsables del centro defienden al conductor y afirman que si se hubiese tratado de un caso grave de vida o muerte se hubiera dejado la siesta para otro momento.
¡Hola, mundo!
Hace 2 años
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